El pasado domingo, día 23 de Abril de 2017, tuvo lugar la Convivencia Anual que se viene celebrando en estos últimos años en la Basílica de la Virgen de las Angustias de Granada.
Fueron más de ochenta personas entre niños y adultos, pertenecientes a las distintas realidades que funcionan en la dinámica de la Basílica, las que han asistido a este encuentro. El tema propuesto para la convivencia ha sido: "La variedad enriquece".
Desde las diez de la mañana, varios miembros de la Hermandad de la Virgen de las Angustias iban dando la bienvenida a todas las personas, que iban llegando a la misma, entregándoles un distintivo de colores diferentes, con objeto de formar distintos grupos para el estudio de los temas propuestos y en el que cada uno ponía su nombre.
A las diez y media y en el salón de actos del Colegio Parroquial, D. Blas inició la convivencia diciendo, después de dar la bienvenida a todos a esta jornada gozosa, que en ella se nos presenta la oportunidad de poder reunirse todos los grupos que componen la dinámica de la Parroquia y poder conocerse y compartir las experiencias que se llevan a cabo durante todo el año. A continuación se tuvo la oración comunitaria en la que todos participaron.
En la presidencia figuraban dos carteles relativos al tema propuesto y cuyos lemas eran: "LA VARIEDAD ENRIQUECE" y "LLAMADOS A SER COMUNIDAD".
D. Blas, después de la oración, manifestó cómo la Resurrección de Cristo nos enseña cómo tenemos que tratar a las personas que piensan distinto a nosotros. Siempre debemos ponernos en lugar del otro, que no piensa igual y seguramente, si sabemos aprovechar lo bueno que tenga, seguro que saldremos enriquecidos. Desarrolló distintos aspectos de la realidad eclesial en los tiempos actuales, como reflexión importante para todos los presentes.
Una vez terminada su alocución, se formaron cuatro grupos, que se repartieron en los salones parroquiales, para sacar conclusiones y propuestas relativas al tema, desarrollado en la convivencia, con un cuestionario, al que cada grupo respondió, haciendo sus aportaciones en la puesta en común que se tuvo en el salón parroquial. En esta puesta en común D. Blas explicó la importancia del Consejo Parroquial en la Basílica, compuesto por un representante de las distintas realidades, que funcionan dentro de la misma y que de alguna manera, marca la pauta a seguir en los distintos quehaceres que se desarrollan anualmente en la misma. Este Consejo se reúne tres veces al año.
Sobre las dos y media de la tarde se tuvo la comida de fraternidad en la terraza cubierta de la Basílica, con los sabrosos, exquisitos y variados alimentos, aportados por todos los asistentes a la convivencia. Terminó este ágape fraternal con canciones, acompañadas por instrumentos de cuerda, cantadas por todos, de forma agradablemente festiva.
A las cinco se celebró en el Catecumenium Juan Pablo II, la Eucaristía con la que se puso el broche final a esta gozosa jornada de convivencia.
Crónica y Fotografías realizadas por Antonio Joaquín Mezcua Roelas