Ayer, miércoles, día 20 de septiembre de 2017, se celebró el quinto día de la Novena a la Stma. Virgen de las Angustias en su basílica de Granada. A las siete y cuarto de la tarde, dio comienzo con la Exposición del Santísimo, rezo del Santo Rosario y ejercicio de la Novena; y a las ocho tuvo lugar la celebración eucarística.
La Junta de Gobierno de la Hermandad Sacramental de la Stma. Virgen de las Angustias, junto con su Hermano Mayor, D. Francisco Salazar Rodríguez, participó en esta Eucaristía, ocupando los dos laterales del altar mayor. Numerosos hermanos también estuvieron presentes en la celebración.
La Eucaristía se inició con las palabras de D. Blas Gerardo Gordo Jiménez, Vicario General para el Clero y Párroco de la Basílica, que hizo referencia a la homilía del día de ayer y manifestó cómo en el silencio de Dios es donde la fe se profundiza y engrandece.
La Eucaristía fue presidida por D. Manuel Reyes, Delegado Episcopal para las relaciones institucionales del Arzobispado y Capellán Mayor de la Capilla Real, acompañado por D. Blas Gerardo; y D. Mateo Hernández, sacerdote de la Basílica.
Las lecturas fueron realizadas por miembros de la Hermandad, así como las peticiones.
D. Manuel Reyes empezó su homilía haciendo un breve reflexión sobre el terremoto ocurrido en Méjico y sobre la tensa situación que se vive en Cataluña, pidiendo a la Stma. Virgen su ayuda y protección. Siguió después desarrollando el camino de profundización en la fe, que llevó la Virgen en el acompañamiento a su hijo como verdadera discípula suya, que guarda en su corazón todas sus enseñanzas. Esta homilía se puede visionar y escuchar tanto en la Web de la Basílica, como en Facebook.
La coral Lauda, dirigida por Dña. Pilar Martín García, contribuyó a la solemnidad y piedad de este quinto día de la Novena con sus cantos, todos ellos de D. Juan Alfonso García, gran Maestro de la música y compositor excelso, muy bien seleccionados, y con una interpretación por parte de la coral llena de gran afinación y belleza musical, que contribuyó a que esta celebración estuviese llena de un gran recogimiento y espiritualidad.
La Basílica estuvo totalmente llena de fieles, como todos los días de la Novena. La Santa misa terminó con el canto del Himno a la Virgen de las Angustias interpretado, además del coro, por todos los asistentes, que con un ferviente amor a la Virgen, la vitorearon y la aplaudieron con intensidad.
Crónica y fotos realizadas por Antonio Joaquín Mezcua Roelas.-