ORACIÓN POR EL SÍNODO Y EUCARISTÍA PRESIDIDA POR EL SR. ARZOBISPO EN LA BASÍLICA DE LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS
El pasado día 31, miércoles, de mayo de 2023, tuvo lugar la Oración Mariana en la Basílica de la Virgen de las Angustias de Granada en preparación de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
Esta Oración por el Sínodo estuvo presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr Arzobispo, D. José María Gil Tamayo, y empezó con la invocación al Espíritu Santo, que inició con estas palabras: “Queridos hermanos: Desde hace dos años la Iglesia entera está viviendo un camino de preparación para la celebración del Sínodo de los Obispos, que se reunirá en octubre de 2023, este año, en torno al tema de la “Sinodalidad”…” Siguió explicando cómo tenemos que estar atentos a lo que el Espíritu Santo quiere de nosotros y que en la Iglesia debemos caminar juntos. El Papa Francisco nos ha enseñado que la Sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia en este milenio en el que estamos. Por esto estamos reunidos aquí en este Santuario mariano de nuestra Patrona para rezar por los frutos de este Sínodo que tendrá lugar su primera parte en octubre y la segunda en el año 2024. Terminó con estas palabras: “El Espíritu Santo es el principal protagonista de este Camino Sinodal. Nuestro tiempo está habitado por el Espíritu Santo. Comenzamos nuestra oración, todos juntos, recurriendo a él e invocándole, como ya se ha hecho en cada una de las sesiones, que han ido marcando este proceso sínodal” .
A continuación se empezó el Rezo del Santo Rosario. En sus cinco misterios gloriosos intervinieron: Sacerdotes, personas de la Vida consagrada, jóvenes laicos, un matrimonio y personas mayores. Antes del rezo de cada misterio se leyeron breves lecturas de la Palabra de Dios y del Evangelio. Todas las personas asistentes siguieron todo el rosario con muchísima devoción y recogimiento espiritual.
A las ocho se tuvo la celebración de la Eucaristía, que fue presidida por el Sr. Arzobispo, D. José María, acompañado por el Párroco de la Basílica, D. Blas Gerardo Gordo Jiménez; D. Francisco Molina, Párroco Emérito de la Basílica; el
Diácono, D. Alexis Rafael Franco; D. Miguel Teruel, Vicario parroquial de la Basílica; y D. Antonio Guerrero, sacerdote de la misma.
En su homilía el Sr. Arzobispo, después de saludar a todos los presentes, empezó diciendo cómo en octubre tendrá lugar la primera reunión de los obispos para estudiar el tema de la sinodalidad. Explicó el significado de la palabra Sinodalidad, que el Papa Francisco ha puesto de moda y que significa: “Caminar juntos”, después explicó que la palabra parroquia, que viene del griego, significa: “Pueblo que camina” y esto es la Iglesia un pueblo que camina en la historia, siguiendo a Jesucristo en el itinerario de la salvación, siguiendo el ejemplo que nos da la Virgen, que en la escena que nos relata el evangelio, se pone en camino para visitar a su prima Isabel, que ya está de seis meses, a la que llamaban estéril, para ayudarle y confortarla en los tres últimos meses de su embarazo, María nos da ejemplo de generosidad y de todas las virtudes que la adornan como Madre de Dios. A la Virgen la consideramos muy nuestra: Nuestra Patrona, nuestra Madre que cuida de nosotros, siguiendo las Indicaciones de Jesús en la cruz: “Ahí tienes a tu hijo; ahí tienes a tu madre.” San Lucas en su Evangelio nos relata que Isabel cuando se encuentra con María proclama la primera bienaventuranza: “Dichosa tú porque has creído, porque lo que ha dicho el Señor se cumplirá” Ella es la persona de fe por excelencia y nosotros tenemos que pedirle a la Virgen el don de la fe, que no es sólo creer en las verdades objetivas de nuestra religión, sino que tiene que ser mirar este mundo con los ojos de Dios. Terminó con estas palabras: “… Que esta oración por el Sínodo nos haga unirnos con el resto de los cristianos y con los católicos del mundo, junto al Papa y a todos los obispos, para pedir por los frutos de una Iglesia Sinodal de comunión , de participación, pidiéndole al Señor que nos haga mirar la vida para tener esa fe, esta fe que nos hará grandes y gratos a los ojos de Dios. Que así sea.”
D. Luis, organista oficial de la Basílica, contribuyó con sus cantos e ilustraciones musicales del órgano al esplendor y espiritualidad de esta celebración eucarística por el Sínodo
La Eucaristía terminó con el canto del Himno a la Stma. Virgen, que fue largamente aplaudida por todos los presentes.
Crónica y fotografías de Antonio J. Mezcua Roelas